A partir de entonces, se suspende temporalmente las preasignaciones y las primas a todas las instalaciones del régimen especial que incluye otras renovables y la cogeneración con combustibles fósiles.
El Consejo de Ministro aprobó el pasado 27 de enero en Real Decreto Ley la suspensión temporal de los procedimientos de preasignación de retribución renovable suprimiendo, con ello, los incentivos económicos a nuevas instalaciones eléctricas provenientes de energías renovables. Es decir, no afecta a las instalaciones ya asignadas.
Según fuentes oficiales, la medida viene dada por “la compleja situación económica y financiera” y por la reforma del sistema eléctrico que el Gobierno quiere llevar a cabo en la que, y como refiere esta fuente, “evite la generación de déficit tarifario”. Valeriano Ruiz, presidente de Protermosolar, manifiesta su desconcierto ante el argumento de reducción del déficit con estas medidas, puesto, “que las energías renovables en su conjunto, contribuyen a la reducción del déficit público al movilizar inversiones privadas -en buena medida capital extranjero- en la economía productiva, incrementan el PIB, reducen importaciones de combustibles fósiles y generan mucho empleo”. En el caso concreto de la solar termoeléctrica, su participación en el déficit tarifario es irrisoria (185 millones de euros en el año 2010) frente a los “windfall profit” (beneficios caidos del cielo) que vienen recibiendo las centrales nucleares y las grandes hidroeléctricas (más de 18000 millones de euros entre 2006 y 2010; 3600 millones al año). Disminuir ese exceso de beneficios si que resolvería el déficit tarifario.
A raíz de la publicación del Real Decreto Ley son muchas las voces que se han alzado en contra de la medida aprobada. Desde el sector de la termosolar el propio Valeriano Ruiz reconoce que la medida “ralentizará la necesaria sustitución de tecnologías contaminantes por energías renovables, en un momento en que lo que necesita el país es apoyar las actividades que favorezcan el crecimiento de la economía”.
Con respecto a la termosolar bien es cierto que las plantas en construcción y con prerregistro podrán llevarse a cabo. Pero se cierne una gran duda y “una gran preocupación” sobre el futuro de la solar termoeléctrica. “Esperemos que esta medida dure poco y permita al Gobierno comprobar el positivo impacto de las renovables tienen en la economía” afirman desde Protermosolar.